Nos ha parecido muy interesante  incluir este artículo  para  aclarar algunos conceptos que, aunque conocidos por muchos, no siempre están claros.  Más concretamente,  cuando muchos padres acuden con sus hijos a nuestro gabinete, y nos preguntan  si el ser diestro o zurdo tiene una relación directa con la forma de escribir o con la  mala letra que tiene su hijo, nuestra respuesta en no. Sin embargo, estadísticamente,  los zurdos tienen más problemas que los diestros con la  letra, pero la razón obedece a  la falta de corrección de la postura del cuerpo  en los inicios de su vida escolar.

 

Hemisferios

Características de los zurdos

Tienen el hemisferio derecho del cerebro más capacitado que el izquierdo, y esta zona, más desarrollada, controla áreas como:

  • Imaginación.
  • Concentración.
  • Lado izquierdo del cuerpo.

Lógicamente, el tener el hemisferio izquierdo menos capacitado que el derecho provoca tener menos memoria, menos habilidad en la zona derecha del cuerpo y menos capacidad de asociación.

Características  de los  diestros                

Constituyen la mayoría en la población, y tienen el hemisferio izquierdo más preparado.  Esta particularidad permite conocer cuáles son las áreas más capacitadas, y también las menos. En general, los diestros vienen a ser, en capacidad cerebral, lo contrario a los zurdos, es decir, se les da mejor:

  • El análisis.
  • El lenguaje escrito.
  • Las matemáticas.
  • La lógica

Características de los ambidiestros.

Estas son las personas que tienen igual de desarrollados los dos hemisferios cerebrales. Se les da bien todo, más o menos, en la misma  proporción. Pueden realizar todo tipo de acciones con la mano que deseen.

Conforman una minoría en la población.

Hay más diestros porque desde la antigüedad se ha obligado a ser diestro y entonces, al utilizar más la mano derecha, se desarrolla más su correspondiente hemisferio cerebral (el izquierdo),  y paulatinamente  la persona se va convirtiendo en diestra.

En resumen, somos lo que tenemos en nuestro cerebro, y nuestro cerebro es lo que nosotros queremos, ya que está demostrado que nuestro cerebro es moldeable como la plastilina. Es decir, somos lo que queremos ser.

 

Consuelo Anguix

Maestra-reeducadora gráfica

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